Cualquier excusa es buena para hablar de The Kills. Y no es por nada, pero su último álbum es un discazo. No tiene bajo, ni abusan de la producción y mezclas, pero esa batería.....
“Future Starts Slow” deja las cosas bien claras y nos pone a tono. Un diálogo entre los 2 componentes ¿No os recuerda un poco a la idea de The xx?. Con cada canción consigue cambiarnos el ritmo, no podemos adelantarnos a la siguiente.
El guitarreo de “Future Starts Slow” aumenta con “Satellite”, donde juegan una vez mas con la voz y esos coros. “Heart is a Beating Drum” es mas de lo mismo, con un ritmo mas sincopado, que con otra instrumentación podría pasar por soul. Comparado con sus anteriores trabajos, "Blood Pressures" tiene una fuerza mas que considerable.
En “Wild Charms” (en la que el protagonista es el británico Jamie Hince) nos podemos tomar un respiro, un preludio de la segunda parte, que comienza con la de sobra conocida canción “DNA”, que es algo mas tranquila si generalizamos. De “Baby Says” ya hemos hablado, una guitarra agónica que lo dice todo.
Llega “The Last Goodbye”. Piano, cuerda,... ¿En serio? Si, y consiguen una canción muy bonita, de esas que pondrías en tu reproductor y escucharías hasta que el disco se rayase. “Dammed If She Do”, “You Don't Own the road” son mas de lo mismo; guitarreo y percusión marcando. Se podría decir que pecan por quizás hacer un disco algo plano? No, aunque a primera vista pueda parecer lo mismo, cada canción tiene sus matices.
Y el disco termina con “Pots and Pats”, con un sonido muy americano, se nota la procedencia de Alisson Mosshart y que el resto de la banda la sigue.
Si seguís con ganas de escuchar mas "Blood Preassures" os recuerdo que existe una canción titulada “Willow Weep For Me” que sería así como una Bonus Track y que también os dejamos a continuación.
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